Los Carteles de Feria

miércoles

"Buscando Novio" - Oleo de Gonzalo Bilbao
Al Mismo Tiempo Que la Feria de Sevilla comenzaba su andadura, lo hacían también los carteles anunciadores de la Misma y de la mano de han Caminado juntos hasta nuestros días.

En el cartel del Año 1878, obra de C. Chávez, se informa además del Programa de fiestas, del origen de la Feria de Abril:

 "Desde Que en El año de 1817 SM se Digno conceder a Ciudad la celebración de la Feria en el mes de Abril",
Dando Cuenta: Además del renombre Que obtuvó desde su inicio.

Cartel de 1878
 Este Bello cartel, Presenta: Además diverso Interés, ya que deshace la idea del estudioso cartelista festivo-religioso Guillermo Mateos de los Santos Pérez de que los carteles de estas fiestas  con elementos artísticos no aparece hasta1881, asi como que hasta 1884 no se refleja en el mismo la celebración conjunta de la Semana Santa y la Feria de Abril.

Es un claro ejemplo de que ambas se anunciaban conjuntamente bajo el título de Fiestas Primaverales, y los artistas se encontraban ante el problema de la doble alusión en una misma obra. Condición exigible en estos carteles era el equilibrio entre las representaciones de los dos motivos inspiradores.

Cartel de 1886
Cartel de 1884



Cartel 1890-José García Ramos

Cartel de 1888

En 1894 se hizo la primera convocatoria para el concurso del cartel anunciador de la Feria de Abril. El premiado con 500 pesetas fue el Realizado por Francisco Narbona Beltrán. A Partir de esta año todos los artistas pondrían todo su arte al realizar los carteles.




Carteles de 1895 y 1896, último de Francisco Narbona Beltrán
Cartel de 1897
Abajo Carteles de 1898 y 1899



Años despues, en la primera mitad del Siglo XX acaeció un hecho que ha sido trascendental para la ruta del arte: la consagración del Cartel de como género artístico independiente. En efecto, el arte del Cartel tiene unas características especiales, perfectamente definidas no solo en el concepto, sino en la técnica. Reputados artistas pusieron sus talentos al servicio del mismo.
Los primeros Carteles son verdaderos cuadros en el concepto y en la factura.
Los Pintores Andaluces costumbristas, cuyas obras reflejaban cuadros luminosos de Escenas populares, contribuyeron con su arte a la creación de algunos de los más hermosos carteles de Semana Santa y Feria de Abril, siendo los primeros cartelistas de las fiestas sevillanas, aunque en los comienzos de su andadura no hubieran alcanzado aún separarun criterio, delimitativo, de la pintura de caballete y del cartel.
En los antes mencionado Narbona, Diego López, José García Ramos, Tovar, Rico Cejudo, Gonzalo Bilbao, Juan Lafita, Francisco Hohenleiter were son algunos de ellos.

En 1900, el Ayuntamiento encarga por segunda vez a Gonzalo Bilbao el cartel que servirá para anunciar las Fiestas de Primavera e igualmente volverían un encargárselo en 1913.
Cartel de 1900 - Gonzalo Bilbao Martínez
Para  elaborar este cartel de 1913, el artista realiza una composición separada en dos partes: una más pequeña correspondiente a la Semana Santa, que después de varios años sin aparecer,  se asoma insegura a la Representación de la Feria. Esta, ocupa la mayor parte del cartel alcanzando un protagonismo casi absoluto.
Cartel 1913 - Gonzalo Bilbao Martínez


En 1980 se utilizó el mismo cartel al quedar desierto el concurso.

En 1902, "Diego López García, pintor sevillano discípulo de García Ramos, representa en este cartel elementos de la época, como lo demuestran las poesías premiadas en los Juegos Florales. Es original  la estructura de la composición del cartel, ya que lo hace dividiendolo en dos partes contradictorias, una para la instancia de parte artística, y la otra para anunciar los festejos con una letra gótica inicial. La instancia de la parte artística del cartel representa el patio  del Alcázar de Sevilla. Frente a su monumental Puerta Se ve un Heraldo lujosamente ataviado,  en un hermoso corcel blanco y llevando en su diestra el Pendón de San Fernando. En un angulo del boceto y con el apoyada una típica figura en reprentación de la ciudad. El programa irá en la prolongación de uno de los Márgenes del cartel en un tono de antiguo pergamino con un ligero esbozo de castillos y leones sobre  las letra.  tiene el cartel un sello de originalidad indiscutible ".

Cartel de 1902, fuente: todocoleccion 
José Jiménez Aranda Crea en 1903 un precioso cartel en el que "destaca una figura femenina algo madura y poco estilizada, Sostiene entre sus manos de la un monumental" cuerno de la abundancia "del que salen y se esparcen por toda la superficie del cartel, cartelitos volanderos entre una gran variedad de flores caballo, toro, torero, amazona, jinete, nazareno: la obra viva, llena de colorido en esteportentoso dibujo. La parte inferior la ocupa un cartel pequeño anunciando el año y el escudo de la ciudad guardado por dos "salvajes" . 

Cartel 1903 - José Jiménez Aranda
Cartel de 1904
En 1905, Sanz Arismendi Crea el cartel de la Semana Santa y Feria. "Es un cartel que rompe los esquemas anteriores por su simplicidad y esquematismo. Dos figuras ocupan el centro del cartel, Una femenina con traje ferial y Mantoncillo que representa a la Feria y otra masculina de nazareno que representa a la Semana Santa. Ambos llevan el elemento simbólico que los identifica; ella la guitarra, y él un corto y fino cirio. Entre Ambos una tímida perspectiva de fondo con la ciudad y su Giralda ".
Cartel 1905

Los carteles de 1906 y 1907, hijo Obras de José García Ramos



En 1908 Cartel eñ Realizado Fue Por Diego López García y se imprimieron 4.000 ejemplares del Mismo Tamaño del 40 * 23. Estilo neogótico, con gusto post-romantico y significación modernista central. El motivo central, de una na absoluta simetría, lo componen dos Heraldos hieráticos, acartonados, inmóviles, que parecen guardar entre ambos el escudo de la ciudad que esta bordado Sobre un telón que sirve de fondo, un tapiz de coloridas y variadas flores, destaca el año, situado bajo el escudo y qye ocupael centro geométrico del cartel, de enrevesada ejecución goticista.
Cartel 1908
Manuel Díaz Escalera Realiza el Cartel de 1909. "Este cartel está dividido en dos partes, ya que el artista ha sabido diferenciar  la Semana Santa y la Feria. En la instancia de la parte superior que representa a la Semana Santa vemos a tres jóvenes luciendo mantilla y peineta dentro de una escena intimista, recogida, religiosa, que tras el herraje de un típico balcón sevillano contemplan el caminar de un paso de palio. La instancia de parte repre inferior la Feria, por medio de una alegre y sonriente flamenca, luciendo un fabuloso mantón. La parte derecha del cartel la ocupan la bandera de España y
el escudo de la ciudad.
Es de notar la ausencia de Monumentos Arquitectónicos.


Cartel de 1910


En 1911 aparecen dos carteles de la Feria de Abril:



En 1912 José García Ramos pinta el que seria su cartel ultimo y cartel y su última obra, pues el pintor fallecería el 12 de abril de ese mismo año.
Al cartel le dio el título de "La Reina de las Fiestas".
Se trata de un óleo sobre lienzo, que que luego sería trasladado a papel para elaborar el cartel, de 152 cm. de altura y 112 cm. de anchura donde podemos contemplar una mujer con traje de volantes y mantón de manila acompañada de elementos típicos sevillanos como las macetas de claveles y el escudo de la ciudad.
Cartel 1912
 El Cartel de 1914 corre un cargamento del pintor Juan Lafita Día, hijo del pintor José Lafita Alonso, paisajista Perteneciente a la Escuela de Alcalá de Guadaira.


José Rico Cejudo, otro de Grandes pintores andaluces de la Época, Realiza el cartel de 1916.
Cartel 1916
En 1917, Gustavo Bacarisas y Podesta empieza a concordar lo clásico con el concepto moderno del género. 
A partir de él empiezan a perfilarse las características del cartel real.
La base de ornamental es realzada con la policronía deslumbrante de los colores puros usados por el artista. Gusta de la un equilibrio compositivo y simétrico, de figuras estilizadas al igual que los paisajes y los elementos decorativos. El motivo principal del mismo son dos jóvenes  bailando El típico y tradicional baile ferial de sevillanas. Como enmarcando el baile, un arco de medio punto de claveles rojos, símbolo de los Farolillos de la feria, y dos jarrones de cerámica artística vidriada rebosante de flores. A través del mismo se encarna la silueta iluminada de la Giralda en una noche oscura de cielo azul intenso. No se hace alusión pictórica a la Semana Santa ".


Santiago Martínez pinta para las fiestas de 1.919 Una obra mixta entre cuadro y cartel, y aunque la figura es tratada como en la pintura de caballete, el fondo y los accesorios responden a la Técnica cartelista.
Cartel 1919
Otro de los pintores costumbristas que realizo varios de los carteles de Feria fue Francisco Hohenleiter. 
Un joven Hohenleiter representa en el cártel de 1924 solamente a la Feria a través de una estilizada joven sevillana vestida con un traje de color de rojo intenso, y grácil escorzo. Es de resaltar Tú ausencia de palillos, flores, guitarra, peineta, y Otros adornos. 

Otro cartel lo Realiza en 1941 en el que nos muestra un dos guapas sevillana: Una vestida de mantilla y negro, representando a la Semana Santa, y la otra, de flamenca, representando a la Feria de Abril.

"En el Año 1946 Se separan por primera vez las dos fiestas. Los Elementos de la Semana Santa están ausentes en este cartel, también es de destacar que por primera vez en lo que va de siglo, un  cartel de Nuestras fiestas se reproduce íntegramente en Sevilla. 
José Baena Márquez, autor del Mismo, Compone el cartel con dos planos superpuestos, en el primero nos muestra un una pareja bailando unas sevillanas en el momento final. El segundo plano lo componen tres figuras, un caballo y la pareja de flamencos que montan a caballo. El fondo lo ocupa la silueta de la Giralda y unos farolillos que enmarcan una las figuras ".
1946 - 
En 1949 Braulio Ruiz Sánchez realiza  el cartel en el que aporta la innovación de situar en primer plano un guitarrista tocando con el sombrero cordobés y sentado en una silla típica sevillana torneada y pintada de verde. El plano principal lo compone una pareja que baila a las notas de la guitarra, zahones,chaquetilla corta y sombrero cordobés, él , y ella con traje de color de rosa y grandes lunares blancos. El Grupo está enmarcado por unas cadenetas y farolillos multicolores, al fondo la Giralda. 

Vicente Flores Navarro Es El autor del cartel de 1950. 

"Lo Componen tres figuras, dos Femeninas y uña masculina Que ocupan el primer planoy la casi totalidad del cartel. Las dos mujeres ataviadas con trajes de flamenca, ua de color de rojo con volantes de encajes blancos y tocada de mantilla blanca, y la otra ,en un perfil de bonito escorzo, de gesto insinuante,  luce traje con los colores de la bandera andaluza y abanico Blanco, expresando su lenguaje único, y mantilla de madroños rojos. El elemento Masculino, en postura garbosa viste un traje de chaquetilla Corta, zahones , capa roja al hombro y sombrero negro cordobés, calza botos camperos de media caña. El fondo es Una vista de la fachada de la Real Maestranza y tras ella la Giralda. 
Dado el simbolismo del fondo, la vestimenta del flamenco y su postura,hace pensar que se trata de un torero, pues lo que parece una capa roja que lleva sobre los hombros, bien pudiera ser un capote.

A los finales de los Años 50 del Pasado siglo, el concurso de las Fiestas Primaverales, cargado de la un pasado de esplendor, Comienza a vivir un presente lánguido, encerrado en un círculo vicioso. El certamen se vuelve pobre, y aunque no le faltan artistas cualificados, en ocasiones no dan lamedida de sus capacidades creadoras. Tendrán que pasar algunos años hasta que el cartel vuelva a retomar su Figura Protagonista.

1950
1949
Fuentes de Datos: 
Todocolección.net 
Tesoros del Ayer
Foro Cofrade
" Orígenes e Historia de la Feria de Abril
Ferias de Sevilla - Nicolás Salas
Texto encomillado: Todocolección.net

Velá de Santa Ana

jueves

 ("Sevilla. El baile". 1914-1915. Joaquín Sorolla - The Hipanic Society of America.)

Una de las veladas que ha llegado hasta nuestros tiempos con todo su esplendor es la de Triana. Conocida como “La Velá de Santa Ana”, se celebra por Santiago, en el Barrio de Triana, barrio que fue de pescadores de camarones y marineros.

 (Barrio de Triana - Azulejo)

Tuvo sus comienzos allá por el siglo XIII cuando la Real Parroquia de Santa Ana comenzó a peregrinar en una romería en honor a la Patrona de su barrio. Las vísperas previas a la celebración de la santa Patrona, tenían lugar las vigilias nocturnas o veladas, al principio como manifestaciones de culto y religiosas en los alrededores de la iglesia y el río Guadalquivir, que con el paso del tiempo fue reflejándose en jaranas y fiestas, engalanando los vecinos tanto las calles como las orillas del río.

 ("El Puente de Triana - Velada de Santa Ana - José García Ramos)

Poco a poco esta costumbre de embellecimiento se hizo más hermosa, se incorporaron fuegos artificiales y se celebraban espectáculos afines al baile y a la música. Los vecinos se lanzaban la mayoría a la calle para pasear y contemplar el espectáculo, y otros lo hacían sentados en sillas de eneas a las puertas de sus casas, dando buena cuenta de una caña de vino.

 ("Fiesta en Sevilla" - Óleo de Manuel García y Rodríguez)

En el siglo XVII ya se tienen noticias de cómo acudían vecinos de otros barrios, e incluso de pueblos limítrofes a disfrutar de la Velá, de los cantes, los bailes y de las noches cargadas de una iluminación especial conferida por faroles que rompían la oscuridad, haciendo del Puente de Triana y de la calle Betis una muralla encendida bordeando el río Guadalquivir, por el paseaban en barcas adornadas de gran belleza y colorido.
Pero como suele ocurrir con frecuencia, hubo quien pasó de la libertad al libertinaje, habiendo quienes se ampararan en algunas de las oscuridades de las riberas del río para cometer excesos de cualquier tipo, provocando que las autoridades civiles y religiosas tomaran cartas en el asunto y llegaran a prohibirla en el año 1742. 

 (Los buñoleros gitanos en el siglo XVIII)
 (Tomando un "Aguaduche" en la velá - Siglo XVIII)

Ya en 1800, y después de la catastrófica epidemia de fiebre amarilla, La Velá de Santa Ana volvió a restablecerse a fin de estimular al pueblo con una diversión, y poder dar gracias aquellos que habían logrado sobrevivir a la mortandad.
Sin embargo, de nuevo volvió a convertirse en bacanal en algunos sectores. Esto, junto con las graves afecciones sufridas por los consumidores de camarones y viandas, debido a la falta de higiene de los vendedores de alimentos, hicieron que los festejos del río volvieran a suspenderse.
El vecindario alzó la voz en unanimidad para su restablecimiento y así consiguieron que las autoridades cedieran, ya que no se resignaban a perder su Velá.

 (Unas cañas en la Velá de Santa Ana)

Félix González de León escribe en 1839 sobre La Velá de Santa Ana:

“Desde el antiguo hospital de Mareantes (Casa de las Columnas) hasta el puente (el de Barcas), la calle larga (ahora calle Pureza), desde la parroquia de Santa Ana hasta el Altozano y parte del arenal delante del puente, es el sitio donde se celebra la feria, que aquí llaman velada de Santa Ana, los días 25 y 26 de julio de cada año, que es uno de los paseos nocturnos más vistosos y concurridos que se celebran en Sevilla, porque también se agrega la iluminación y adorno del puente con número infinito de farolillos pintados y multitud de banderas y gallardetes, que es uno de los puntos de vista más agradables de los que con frecuencia se ven en esta ciudad”.

 ("Baile del Candil" - Litografía - A.chaman)

Durante el día se ponían cucañas y unos mocitos negros como tizones, con taparrabos, divertían al público con sus zambullidas y gateaduras por los palos de cebo. Se organizaban juegos fluviales como la caza del pato o las carreras de tinas, que consistía en navegar sobre barriles remando con las manos.

  (Animación en el Guadalquivir durante la cucaña - 1923)
Todo se transformaba en una preciosa estampa: las gitanas en sus buñolerías, el río iluminado, las casitas de la calle Betis, junto al río, que se volcaban en engalanar los balcones y las puertas; viejas gordas con flores, muchachas risueñas, perezosos en camiseta tumbados en hamacas… y todo se animaba, bullía y tenía alegría, todo entre un barullo de farolillos, rifas, y barquillos.

En toda la noche se dejaba de bailar en las casetas, donde se solía convidar rumbosamente a vino y a jamón.
 (Sevillanas en el baile - 1923)

También el ilustrado historiador Justino Matute nos decía a principios de 1800:

“La fiesta y octava de la Señora Santa Ana, en que también había villancicos, que se imprimieron hasta el año 1766, las costeaba la Fábrica (Iglesia), así como la iluminación de su torre y azoteas en la víspera y antes los primorosos fuegos que en aquella noche se disparaban. Es imponderable el júbilo que reina ese día en toda la collación, a que contribuye la famosa velada que con ese motivo se celebra, en que algunos años ha estado empavesado el puente, con bandas de música marcial por su entrada al Altozano y concurrencia numerosísima”.

La Velá de Santa Ana es una de esas fiestas populares que afortunadamente no se han perdido, siendo en nuestros días una de las más populares en Sevilla y Andalucía.

Fuentes de Datos:
*“Triana, Fiestas y Costumbres” – Ángel Vela Nieto
* “El heraldo de Madrid” – 3-8-1927
* “Bética” – 30-3-1914
Imágenes:
*”El Heraldo de Madrid” – 3-8-1927
*”Bética” – 30-3-1914
*"Mundo Gráfico" - 1-8-1923